Si hay un libro que constantemente mencione la palabra justicia, esa es la Biblia. Desde Bereshit[i] hasta Revelación[ii], la palabra justicia está presente. Desde su primera mención, en Bereshit 15:6 cuando a Abraham se le reconoció su emuná[iii] al Eterno[iv], como un acto de justicia, hasta Revelación 22:11 donde se le hace una exhortación al justo que practique la justicia aún más en el tiempo final, las Escrituras señalan la justicia del Eterno como una completa y totalmente diferente a la justicia de este mundo. De hecho, la justicia de este mundo es un anti-diseño a la justicia del Eterno. Aquellos que deseamos agradar al Padre, debemos conocer acerca de esa justicia, aquella que es parte del Reino de los Cielos (Romanos 14:17) la cual se logra viviendo una vida en el Espíritu conectado al Espíritu de Santidad[v]. En Las Escrituras está revelada de una manera práctica, aplicativa y al alcance de todo creyente la justicia del Reino de los Cielos. A través de este artículo, explicaremos qué es justicia desde la perspectiva bíblica.
En Romanos 10:10, Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación, vemos que Shaul[vi] nos presenta dos partes del proceso de conversión. Primeramente, creer con el corazón para justicia; entiéndase, que la fe en el Mesías debe ir acompañado de la observancia de la justicia divina. Segundo, la confesión con la boca de que la salvación se logra exclusivamente por Yeshua[vii] el Mesías. La segunda parte es muy clara de entender: tenemos que declarar con nuestra boca y proclamar con palabra audible de que Yeshua es el Mesías esperado, el mismo que vino como siervo sufriente y volverá como rey. La primera parte se desprende del texto en Devarim[viii] 30, la cual es la enseñanza fundamental que recibieron los romanos. Veamos qué dice este texto:
"Y sucederá que cuando todas estas cosas hayan venido sobre ti, la bendición y la maldición que he puesto delante de ti, y tú las recuerdes en todas las naciones adonde Adonai tu Elohim te haya desterrado, y habrás de retornar a Adonai tu Elohim, tú y tus hijos, y le obedezcas con todo tu corazón y con toda tu alma conforme a todo lo que yo te ordeno hoy, entonces Adonai tu Elohim te hará retornar de tu cautividad, y tendrá compasión de ti y te recogerá de nuevo de entre todos los pueblos adonde Adonai tu Elohim te haya dispersado. Si tus desterrados están en los confines de la tierra, de allí el Adonai tu Elohim te recogerá y de allí te hará volver. Y Adonai tu Elohim te llevará a la tierra que tus padres poseyeron, y tú la poseerás; y Él te prosperará y te multiplicará más que a tus padres.
Además, Adonai tu Elohim[ix] circuncidará tu corazón y el corazón de tus descendientes, para que ames a Adonai tu Elohim con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas. Adonai tu Elohim pondrá todas estas maldiciones sobre los enemigos y sobre los aborrecedores que te persiguieron. Y tú retornarás y escucharás la voz de Adonai, y guardarás todos sus mandamientos que yo te ordeno hoy. Entonces Adonai tu Elohim te hará prosperar abundantemente en toda la obra de tu mano, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu ganado y en el producto de tu tierra, pues Adonai de nuevo se deleitará en ti para bien, tal como se deleitó en tus padres, si obedeces a la voz de Adonai tu Elohim, guardando sus mandamientos y sus estatutos que están escritos en este libro de la Torah, cuando hayas de retornar a Adonai tu Elohim con todo tu corazón y con toda tu alma. Este mandamiento que yo te ordeno hoy no es muy difícil para ti, ni está fuera de tu alcance. No está en el cielo, para que digas: «¿Quién subirá por nosotros al cielo para traérnoslo y hacérnoslo oír a fin de que lo guardemos?». Ni está más allá del mar, para que digas: «¿Quién cruzará el mar por nosotros para traérnoslo y para hacérnoslo oír, a fin de que lo guardemos?». Pues la palabra está muy cerca de ti, en tu boca y en tu corazón, para que la guardes. Mira, yo he puesto hoy delante de ti la vida y el bien, la muerte y el mal; pues te ordeno hoy amar a Adonai tu Elohim, andar en sus sendas y guardar sus mandamientos, sus estatutos y sus leyes, para que vivas y te multipliques, a fin de que Adonai tu Elohim te bendiga en la tierra que vas a entrar para poseerla. Pero si tu corazón se desvía y no escuchas, sino que te dejas arrastrar y te postras ante otros dioses y los sirves, Yo os declaro hoy que ciertamente pereceréis. No prolongaréis vuestros días en la tierra adonde tú vas, cruzando el Jordán para entrar en ella y poseerla. Al cielo y a la tierra pongo hoy como testigos contra vosotros de que he puesto ante ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escoge, pues, la vida para que vivas, tú y tu descendencia, amando a Adonai tu Elohim, escuchando su voz y allegándote a Él; porque eso es tu vida y la largura de tus días, para que habites en la tierra que Adonai juró dar a tus padres Abraham, Isaac y Jacob".
El concepto dabar[x] que hace mención Devarim 30 se refiere al fundamento de la justicia del Eterno, la torah. Esta está cerca y al alcance de todos para ser cumplida. Torah significa propiamente, dirección e instrucción. Su raíz[xi], yarah significa tirar, disparar, lanzar, echar. Se refiere al tiro al blanco como en la arquería. Por otro lado, la palabra hebraica jataá significa pecado o tener una vida pecaminosa y es el término opuesto a la palabra torah. Jataá viene de la raíz jatá que significa pecar, fallar, tiro errado, errar el camino, incurrir en culpabilidad, errar en cuanto a la meta o el camino recto y el deber.
El versículo 30:14 de Devarim, Pues la palabra está muy cerca de ti, en tu boca y en tu corazón, para que la guardes es el que sustenta Romanos 10:8-10. Cerca de nuestra boca está el confesar para salvación que Yeshua es el Mesías y cerca de nuestro corazón está creer para justicia. Esa creencia está ligada a una fe que obedece a la instrucción o torah que nos ha dado en Su Palabra. En la siguiente gráfica podemos visualizar mejor la conexión de ambos textos. Veamos:
Ahora bien, el concepto justicia que tanto menciona la Biblia es la palabra hebrea, tzedek y está estrechamente conectado a lo correcto, justo y recto que el Eterno establece en Su palabra. En Devarim 16:20 hay un llamado que trae bendición a nuestra vida, y es la búsqueda de la justicia en todo lo que hagamos. Dice: La justicia y solo la justicia buscarás, para que vivas y poseas la tierra que el Eterno tu Dios te da. Esto quiere decir que en la práctica de la justicia no somos espectadores sino hacedores. La justicia nos lleva a accionar, a ser proactivos y a tomar decisiones constantemente. El creyente es justificado por su emuná o fe obediente a lo que el Eterno establece en Su palabra. El propósito es que al volverse al Eterno con todo su corazón y toda su alma, comience a abandonar su vida pecaminosa para decidirse a vivir en rectitud y justicia delante del Eterno. Lo que es recto y lo que es justo conforme al Reino de los Cielos, está escrito en Su Palabra. Creer en Yeshua como el Mesías para salvación es el comienzo del proceso de teshuvah[xii] y no su final. El creyente que se vuelve al Eterno debe caminar en tzedek obedeciendo la torah del Eterno escrita en Su palabra. De no hacerlo, habría una dicotomía entre lo que proclamó con su boca y lo que cree en su corazón. En adición, estaría caminando en injusticia, en hebreo ével y en griego, anomía. En hebreo, un injusto es aquel moralmente mal, un impío, inicuo y perverso. Mas en griego, el que es injusto es aquel sin ley, no sujeto a la Torah, por implicación un gentil. En el griego, se le conoce como impío, malo, transgresor de la ley e inicuo. De hecho, anomía literalmente significa ilegalidad, violación de la ley, maldad, impiedad, infracción, infringir la ley, iniquidad, maldad y transgresión. La B’rit Hadashá[xiii] menciona al menos diez textos que hablan del que es injusto por no caminar en la justicia del Eterno escrito en Su palabra. Los desglosaremos para que podamos observar la diferencia entre lo que es justo e injusto a la luz de la Palabra. Cuando vamos al texto griego, las palabras ennegrecidas se refieren a anomía, anomian, anomion o anomias, términos para injusto o injusticia, aquel que anda sin torah o andar sin torah:
Cuando leemos estos textos en su contexto original podemos tener una mayor comprensión de lo que se habla, pues más allá de iniquidad, infracción de la ley, pecado y/o maldad (términos que se han traducido para hablar de una persona injusta o acerca de la injusticia) la Escritura es clara de que una persona que camina en desobediencia a la Instrucción de la Palabra; entiéndase, Torah, está caminando en injusticia y lejos del camino del Eterno. Aun cuando haya declarado con su boca que Yeshua es Su Salvador, si no ha retornado a la obediencia de Su Palabra como menciona claramente Devarim 30, a la luz de Las Escrituras es un creyente injusto, impío, malo, transgresor de la ley y/o inicuo. Ciertamente suena como incoherencia, pero es la realidad de muchos creyentes hoy día que han aceptado a Yeshua como el Mesías, quien es La Puerta para el proceso de teshuvah, y no se han decidido a conocer para caminar en el camino de justicia del Reino de los Cielos, que claramente está plasmado en Las Escrituras. Hoy el Eterno hace un llamado a que entren por la Puerta estrecha que conduce a la salvación y echen mano de la gran bendición que es vivir bajo la justicia y principios del Reino del Eterno escrito en su dabar.
Para concluir, el proceso de teshuvah tiene dos partes fundamentales y que tienen que coexistir en la vida de todo creyente: confesar a Yeshua como Mashiaj para salvación y retornar al Eterno y a su justicia enmarcada en Su palabra. No hay verdadera teshuvah si falta el proceso de una de ellas. En tu boca y en tu corazón se refiere a que tiene que haber una coherencia de que porque proclamaste que Yeshua es tu Salvador caminas bajo los parámetros de Su justicia escrito en la Biblia. En resumen, su justicia es sencillamente obedecer y/o guardar los mandamientos escrito en su instrucción (Torah) e injusticia es desobedecer los mandamientos escritos en su instrucción (Torah). De esto es lo que nos habla Su palabra en Romanos 10:10 refiriéndose a lo escrito en Devarim 30. Está en las manos del creyente elegir la bendición de caminar en Su justicia o la maldición de caminar en injusticia. La exhortación de la Palabra es que nuestra conversión debe llevar fruto de justicia y que el deseo del corazón del Eterno es que sus hijos escojan la bendición y la vida para que disfruten la vida plena que nos ha dado en el Mesías, Yeshua. Que así sea, Amén.
Referencias: Biblia Las Américas y Concordancia Strong
Notas
[i] Bereshit es el término hebreo para el libro de Génesis.
[ii] En algunas Biblias se conoce como Apocalipsis.
[iii] Emuná es el término hebreo para fe obediente. En la cultura hebraica la fe va acompañada de obediencia.
[iv] El Eterno es un atributo del Soberano del Universo.
[v] El Espíritu de Santidad, Ruaj HaKodesh en hebreo, es conocido por los creyentes también como Espíritu Santo.
[vi] El nombre hebreo del tan conocido Pablo de las Escrituras es Shaul.
[vii] Yeshua en hebreo significa salvación y es uno de los nombres utilizados para referirse al Mesías que dentro del cristianismo es conocido como Jesús. Es un derivado del nombre Yahushua o Yehoshua, que propiamente significa: YHVH es Salvación.
[viii] Devarim es el término hebreo para el libro de Deuteronomio.
[ix] Adonai tu Elohim es una frase que se repite constantemente dentro de Las Escrituras para referirse al Soberano del Universo. Adonai, se refiere a El Señor o el Dueño. Dentro de los significados del término hebraico Elohim, encontramos la palabra Juez. Cuando unimos ambas palabras o atributos del Eterno, Adonai Elohim estamos hablando del único y verdadero Dios, Creador y Juez de toda la creación.
[x] Dabar es el término hebraico para palabra.
[xi] La raíz de una palabra en el hebreo es lo que comúnmente se conoce como la palabra base para una familia de palabras. Usualmente consta de tres letras hebreas.
[xii] Teshuvah es el término hebraico de la raíz shuv que significa propiamente volverse; refiriéndose a volver al Eterno; entiéndase, retornar al diseño original. En la B’rit Hadashá conocido como Nuevo Testamento, se traduce como un llamado al arrepentimiento y/o conversión.
[xiii] B’rit Hadashá es el término hebraico para referirse a Pacto Renovado que comúnmente se le conoce como el Nuevo Testamento.
Days of Eliyah Ministries se dedica al estudio y enseñanza de las Escrituras con un enfoque en la enseñanza pura y no adulterada de la Palabra del Eterno. Con 17 años de experiencia, este ministerio enfatiza la importancia de entender las Escrituras en su contexto original y promueve un acercamiento directo a la Biblia, libre de interpretaciones y doctrinas humanas. El Espíritu Santo es el ayo y su guía, es central en nuestro método de estudio, buscando llevar a los creyentes a una comprensión más profunda y reveladora, con la creencia de que la revelación es progresiva y eternamente relevante para el pueblo del Eterno. El Espíritu Santo nos conduce en el proceso sincero de teshuvah; es decir, de volvernos al Eterno dando fruto de arrepentimiento y caminando en su justicia y santidad.